jueves, julio 12, 2007

CON UN VACHO DE CHERVECHA QUE CHE CHUBE A LA CABECHA...


Llego el verano y con el también el calor, los mosquitos, las minifaldas, la operación bikini, los gañanes con el "bakalao" a to trapo en sus coches tuneados y las ventanillas bajadas y las terracitas....
Así que ahora que estoy en fase de recuperación de mi lesión (que bien queda esto de "lesión"), decidí poner a prueba el post que escribí hace un tiempo sobre los beneficios de la cerveza, y que mejor que realizar los experimentos en uno mismo...
Con ello quise demostrar con argumentos puramente científicos (a que si no iba yo a salir con este calor), lo que es sabido por todos, los beneficios de la deliciosa bebida en la salud, que como dije es diurética, dietética y ayuda a reducir el colesterol.
Así que presto a realizar mi experimento, primero necesitaba todos los componentes, y estos eran: la terraza, una buena compañía (ese amigo de toda la vida), una buena tertulia y lo indispensable, cerveza fría.Para reducir la dosis de alcohol y dar mas fundamentos al experimento decidí mezclarla con limón por eso de los beneficios de los cítricos (atención es algo muy peligroso, no lo hagáis en casa, esta prueba se realizo con expertos en circuito cerrado), pero algo fallo en la prueba...
Repasemos pues, ¿seria el limón? no, pues lo que hizo fue enriquecer la mezcla y darle un mayor frescor y sabor; ¿quizás los aperitivos? no, ya que aunque fue una sobredosis de aceitunas, no se conoce aún que sean perjudiciales para la salud; ¿serian las raciones? podría ser, aunque se recomienda ingerir sólidos mediante el experimento, y esas Bravas al Infierno me pasaron factura esta noche; ¿o probablemente serian esas 3 pedazo de jarras me tome? si amigos, creo que ya tengo la respuesta a mi estado resacoso.
La culpa no fue del Cha Cha Cha, ni de las raciones, ni siquiera de la coca cola que me tome para aliviar mi lengua ardiente, la culpa fue de que me excedí en la dosis, entran tan bien y están tan ricas que uno no sabe decir basta.
Con esto quiero demostrar dos cosas: una, que si, que la cerveza es muy buena en pequeñas dosis y que el experimento al que cite anteriormente se hizo con cerveza sin alcohol; y dos, que por mucho que tras una noche de alcohol y desenfreno la gente culpe de su borrachera a factores extraños (la ultima me sentó mal, lo que comí me sentó mal, los hielos eran redondos y no cuadrados, el camarero me tiene manía y me ha envenenado....) el problema es la acumulación de alcohol.
Por eso puedo prometer y prometo que no volveré a beber tal cantidad cerveza en mucho tiempo, o al menos hasta este fin de semana...


1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo creo sinceramente que el problema está en ese número "3" Se ha demostrado que es un número maldito, tres eran las hijas de Ines, las tres calaberas de Cristobal Colon....

En fin que yo de ser tú probaría con el 4, que es un número mucho más amigable ;)